Una de las prácticas más tradicionales consiste en empezar la Consulta de Tarot buscando, entre las Figuras del Tarot (Reyes, Reinas, Caballeros o Sotas), al Significador del Consultante, es decir, una carta que lo representa. Veamos algunas opciones.
“A DEDO”
Algunos Tarotistas seleccionan el Significador según el signo solar astrológico del Consultante (pero tarot y astrología son dos lenguajes simbolicos distintos...)
Otra opción es elegirlo de acuerdo a las características físicas (color de pelo, de ojos). Eso lo encuentran online, también es una opción (algo pobre… ya que estamos, opinamos!).
“AL AZAR”
Mezclar y cortar las 16 Figuras del Tarot (separadas del resto del mazo, obvio) y pedir al Consultante que saque una. Lo interesante es que esa Figura tendrá mucho que decir sobre qué faceta del Consultante está siendo recalcada en este momento. Por ejemplo con un Rey la persona está en situación de fortaleza y decisión. Con un Caballero está activo y dinamizador, generando movimiento en su vida. Etc.
“LA PRIMERA”
Otra opción: mezclar, cortar y pasar las cartas del mazo hasta que aparezca la primera Figura… esa será el Significador. Lo cual nos dice que las Figuras que aparecen después (en la Tirada), pueden representar otras facetas del Consultante, pero ésta es la más visible (¿les suena entre los arquetipos de Jung la “máscara”?...va por ahí).
¿QUÉ HACER CON EL SIGNIFICADOR?
Hay quienes vuelven a colocar el Significador en el mazo para que, si aparece luego en la Tirada, podamos observar cómo y donde. Hay quienes en cambio, lo dejan afuera y van conectándolo con las cartas que salen en la Tirada (ver esos diálogos es super interesante!). También es genial observar dónde y cuándo surgen, en la Tirada, las otras Figuras del mismo palo del Significador, así como la relación que esa Figura-Significador tiene con las demás Figuras (de otros palos) que aparecen.