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ESCORPIO

Un poco más sobre Escorpio

 

Retomemos un poco...

En el momento Cancer del Zodíaco se gestaba una forma (el psiquismo). En esa instancia se establecía una membrana protectora para cuidar y nutrir lo que aún era vulnerable, que quedaba contenido dentro de un borde contenedor. Luego, esa forma iba haciendo un recorrido: tomaba conciencia de sí misma en Leo, se percataba de que era sólo una parte del sistema más grande en Virgo y se encontraba con un otro en el momento Libra.

¿Qué ocurre en el momento Escorpio? Para comprenderlo, tenemos que recordar que en el momento canceriano, la membrana protectora dejó afuera ciertos contenidos. Podríamos decir que eso que quedó afuera es el inconsciente, es decir, lo que aún desconocemos de nuestro Ser.

Se trata de lo que está por debajo de la superficie, lo que no vemos, lo que está oscuro, en sombra.

Eso que no conocemos nos da miedo y reaccionamos desde la resistencia y el conflicto: no queremos darle lugar. Es por eso que Escorpio es uno de los signos con más “mala fama” del Zodiaco. No se trata de que sea una "mala" energía: simplemente, le tememos.

Ahora bien, “todo lo reprimido es inconsciente, pero no todo lo inconsciente es reprimido” afirmaba Freud. Esto sirve para comprender que lo oscuro no necesariamente es negativo.

La energía escorpiana es intensa, movilizadora, profunda. Nuestras emociones se ponen en juego en Escorpio. Lo que dejamos afuera de nuestro consciente llama a la puerta y nos recuerda que también forma parte de lo que somos. Y nos pide un proceso de elaboración y de integración. Se trata de limpiar lo que no ha sido procesado (lo reprimido, lo negado) y de darle lugar. Por eso, esta membrana que tan amorosamente construimos en Cáncer, tiene que ser destruida. Escorpio es el poder personal que tenemos para morir simbólicamente, para regenerarnos y renacer siendo otros, como el Ave Fénix, de las cenizas.

La Otredad que apareció en el momento libriano es muchas veces aquello el lugar sobre el que proyectamos lo que negamos de nuestro Ser. Por eso el encuentro comprometido con el otro que evita la proyección y aprovecha el encuentro para verse en el espejo, habilita una transformación muy profunda.

 

¡No lo olvides!: aunque acostumbramos decir “yo soy de (cualquier signo)", en realidad en TODAS las Cartas Natales están TODOS los signos del Zodíaco.