Luna en Piscis - Encabezado Luna en Piscis - Encabezado

Luna en Piscis

Piscis es el último signo del zodiaco pero a la vez, viene antes que Aries (el primero) por lo que se asocia al final y a la gestación. Es decir: Aries es el comienzo y Piscis es el fin, pero también, Aries es el nacimiento, y Piscis es el embarazo.

El final percibido desde esta energía nos conecta con la Unidad hacia la que todo finalmente retorna. Ya no hay separaciones ni formas. Todo es Uno. Todo resuena y vibra en la misma sintonía. En este sentido, nuestra parte pisciana es nuestra faceta más empática, amorosa, sensible. Si “Todos Somos Uno”, todo lo que sucede, le sucede a esa Unidad que somos.

A nivel psi, esa disolución mágica de los bordes que nos separan, nos despersonaliza y confunde, nos zambulle fascinados en un mundo de fantasía, que imaginamos como las aguas intrauterinas de nuestra gestación, en las que todo es amor infinito y mama-y-yo-somos-une. En contraste, el mundo externo es cruel y terrible y nosotros, sus víctimas indefensas. Es decir, nos infantilizamos.

Estas son las temáticas a trabajar para las personas con Luna en Piscis en su crecimiento emocional. Al afectivizar la simbiosis y la despersonalización, sienten que, si las cosas están indefinidas, difusas, sin bordes nítidos, entonces hay amor. El refugio inconsciente está asociado a esa no-separación, a esa falta de definición y claridad. Y por supuesto, a una sensibilidad extrema que pide protección constante, como si aún fueran niñes. Su maduración consistirá en dar lugar a la diferenciación, la división y el límite que nos separa y distingue como adultos.

Si Todo es Uno, todo vibra en el silencio. Por eso estas personas asocian amor con silencio: “si me quieren, sabrán lo que me sucede sin decir nada”. Este pensamiento mágico impide la conexión con la realidad en las que estamos separados y necesitamos comunicarnos. Por eso el trabajo emocional es aprender a verbalizar y explicitar lo que sienten.

Al trabajar su mecanismo más infantil, las Lunas en Piscis pueden desarrollar una sensibilidad que resuena amorosamente con todo lo viviente, comprendiendo intuitivamente sus necesidades y ofreciendo el cobijo amoroso para su desarrollo y maduración.

 

Mecanismo Lunar: 

Me refugio en la fantasía y la imaginación

Afectivizo la confusión, la simbiosis y la indiferenciación

Me protejo en el silencio y la introversión

 

Talento Lunar:

Sabiduría maternal profunda

Sensibilidad respecto de lo vulnerable

Gran capacidad intuitiva 

 

También aplica con: 

Luna en Casa XII

Luna en aspecto con Neptuno

Neptuno en Casa IV

Piscis en Casa IV